La comarca leonesa de El Bierzo ha echado a andar un innovador proyecto que gira en torno a una red de senderos tradicionales con más de trescientos kilómetros de pisadas perdidas.
Bautizado como La Mirada Circular, se trata de un plan de turismo sostenible que pretende salvar de la despoblación y la penuria económica a una de las comarcas más bellas de España. El “sálvese quien pueda” que trajo el abandono al mundo rural en la últimas décadas, con la pérdida de unas raíces culturales difíciles de recuperar y el desequilibrio territorial, se intenta paliar con esta iniciativa mediante el desarrollo de nuevas aplicaciones tecnológicas sobre los recursos propios de la comarca que faciliten el asentamiento y el regreso de la población.
El departamento de Ingeniería y Planificación Rural de la Universidad de León es el responsable de la idea, con Alfonso Fernández Manso como director del proyecto: “hay que reinventar las políticas rurales e insertar nuevas ideas de fuera para desarrollar los recursos propios con un turismo justo e inteligente”. Cincuenta y ocho localidades de veinte municipios diferentes se engloban dentro de este Bierzo redondo en busca de nuevas inversiones, nuevos pobladores y nuevos emprendedores con iniciativas y ganas de aportar su esfuerzo.
La Fundación Ciudad de la Energía como parte financiera del proyecto pretende crear también en la zona el Museo Nacional de la Energía, con la recuperación de los pozos mineros Julia y María, en Fabero y Villablino, y la rehabilitación de las viejas naves de calderas y turbogeneradores de Compostilla I, en Ponferrada. De esta manera se pretende convertir la comarca en un importante foco turístico relacionado con el sector minero.
El Bierzo es un territorio que apabulla con su acervo natural y cultural, declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva Mundial de la Biosfera, en parajes tan reconocidos como La Médulas o la sierra de Los Ancares y en rutas emblemáticas como el Camino de Santiago. Pero estos lares escapados del olvido dan para mucho más y sus cuatro sierras esconden joyas que merece la pena desenterrar:
-Los montes Aquilianos quedan envueltos en la sierra del Teleno cerrando por el sur la comarca. Entre las hechuras de sus cerros emboscados se localiza el Valle del Silencio, un paraje espeso y aislado cubierto de robles y encinas que atrajo la atención de eremitas y santones, donde levantaron el monasterio de San Pedro, la ermita de Santa Cruz y la iglesia mozárabe de Santiago enclavada en Peñalba entre caseríos de piedra y pizarra. Desde aquí se visita la cueva en la que vivió San Genadio, el famoso santo de la vallejada.
-La sierra de Gistredo, con el pico Catoute vigilando la región desde lo más alto, vierte sus laderas al río Sil entre arroyos cristalinos de aguas asilvestradas, como el Boeza, el Salentinos y el Primout. Aquí, los urogallos todavía cantan sus amores en los calveros de los hayedos y robledales, al pie de las despobladas aldeas de Urdiales de Colinas, Los Montes de la Ermita y Primout. Las abundantes campas y brañas ganaderas de la zona recuerdan la pequeña trashumancia que entre valles y puertos se ha realizado hasta hace pocos años.
-La sierra de La Lastra comparte los límites con Galicia y su serra do Courel mezclando los paisajes y la cultura de los pueblos rayanos. Un rincón de El Bierzo profundo donde la tradición rural se arropa de exuberantes bosques de castaños y generosas huertas a la vera del río Sil. En los dominios del río, a horcajadas entre los altozanos de La Lastra y los Aquilianos se reflejan las aguas del Lago Carucedo envuelto entre fábulas y leyendas, con los rojos picuezos de la mina de oro de Las Médulas asomados por entre los castañares.
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La sierra de Los Ancares tiene la mejor presentación por estar declarada Reserva de la Biosfera en defensa de su biodiversidad y los valores singulares de su cultura tradicional. Una sierra partida entre las provincias de Lugo y León, con el lado gallego estructurado entre los valles que forman las cabeceras de los ríos Ser y Cervantes, y la zona leonesa distribuida por las cuencas altas de los ríos Burbia, Ancares, Tejeira y Balboa, y las sierras del Padrón, Mingatón y de la Corredoira. Por encima de todos estos pardos montes de pizarra destacan los picos Tres Obispos, Peñalonga y Peñarrubia, que reinan entre un paisaje modificado en el que han desaparecido gran parte de los bosques autóctonos, pero que aún conservan las primigenias “Morteiras”, bosquetes de abedules y robles de las cabeceras de los arroyos. Un paisaje dominado por brezos o urces, tojos y helechos, donde sobreviven algunas de las especies de la fauna ibérica más simbólicas, como urogallos, perdices pardillas, lobos y, de vez en cuando, campa algún que otro despistado oso pardo. Además de estos significativos animales, también pueblan estas montañas águilas reales y culebreras, azores, corzos, jabalíes, nutrias y garduñas.
La ruta redonda que ofrece La Mirada Circular envuelve todos estos predios bercianos con un camino continuo y señalizado al estilo del Camino de Santiago, partido en quince etapas de entre veinte y treinta kilómetros, que atraviesan algunos de los andurriales más singulares de la comarca. Un pasaporte, al estilo del documento que durante la Edad Media se utilizaba por los caminos para asegurar el paso libre de viajeros y mercancías, sirve como credencial para los caminantes que recorren la ruta completa. En los ayuntamientos y alojamientos hosteleros de algunas localidades por las que atraviesa el sendero se obtienen los 15 sellos que plasmados en el pasaporte otorgan el diploma acreditativo de haber realizado La Mirada Circular. La Senda de la Herrería, la Senda de las Aguas, la Senda del Carbón, la Senda del Urogallo, la Senda del Oso o la Senda de los Celtas, son algunos de los nombres descriptivos de los quince senderos que componen este círculo berciano.
Todos ellos parten y llegan a localidades donde existen alojamientos rurales y restaurantes para pernoctar y comer, pero el resto del recorrido lleva al viajero por cordeles y trochas sumergidas en plena naturaleza, lejos del asfalto y el ladrillo. Dos semanas andariegas por El Bierzo al encuentro de sus valles de silencio, su naturaleza abrumadora, su cultura añeja y su mundo rural, disfrutando de una suculenta gastronomía y unos vinos excelentes.
Información:
Qué ganas tengo de volver por estos parajes… me habeis puesto los dientes largos!!
Yo hice una parte de la mirada circular en Julio de 2009 y he de decir que la gente del lugar fue maravillosa y el paisaje bonito pero he de decir varias cosas.
No es cierto que todas las etapas finalicen en localidades con alojamientos.
No está bien señalizado, si no llevais GPS os perdereis.
Algún camino es impracticable lleno de maleza.
En los Ancares me hizo mucha gracía que el Ministerio de Medio Ambiente calificara unas pistas de tierra de una anchura considerable como caminos naturales.
Una de las etapas trascurria toda ella por carretera (aprox. 20 km). Para los amantes del senderismo, una barbaridad.
Un saludo.
hola , tengo mis dudas de para que o para quienes se ha preparado este negocio, que alguien lo llama la MIRADA CIRCULAR,de lo que se dice de los alojamientos en los tramos o etapas, mejor piensatelo si no les das el negocio a ellos, porque te puedes encontrar que la informacion aparentemente tan detallada, le faltan algo mas que comas o puntos, alojamientos si pero para RICOS, la infraestructura de esta zona parece que a nadie le importe, te llevan como a borregos, eso si pagando 5 modicos euros, tendran que recuperar la inversión la pedazo de pista que algun «gobernante» por llamarle algo decente se preparo con algun amiguete, te sacan de paseo y te llevan de vuelta, eso esta muy bien, pero si te piensas dar el paseo por tu cuenta, valora el fondo que tienes y lo que puedes necesitar, te encuentras sin cobertura de telefonia y sin un sitio donde estirarte que no sea en la plaza de algun pueblito sin gentes, zona bonita y merecedora de visitas,pero dejada de estos lameculos que tratan de enseñarnos como de bonito es nuestro pais.P.D. lo que digo es con conocimiento de causa conozco la zona y a sus gentes, saludos