Medallas contra el feísmo rural

http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=519561

La Fundación Prada a Tope premia con sus «Palacio de Canedo» arquitectónicos las rehabilitaciones de una vivienda y una casa de turismo en Villavieja y de un alojamiento rural en Valtuille de Arriba 

08/04/2010  

El primer premio fue para la rehabilitación de esta vivienda situada en la plaza de Villavieja .

Cuidar la arquitectura en el medio rural y combatir el feísmo tiene recompensa. No es barato, ni sencillo. Pero la Fundación Prada a Tope intenta a través de sus premios Palacio de Canedo estimular con un reconocimiento público y una compensación económica la rehabilitación de edificios típicos o singulares y también el mimo en las nuevas construcciones.

La localidad de Villavieja, en el municipio de Priaranza, ha copado este año los galardones. El primer premio y el tercero en la categoría de restauración de construcciones se pueden encontrar en este pequeños pueblo, camino del castillo de Cornatel.

El jurado de los premios concedió el título de ganador al proyecto de rehabilitación de un edificio en la plaza de Villavieja en el que sobresale además de «su extraordinario entorno (…) su buena rehabilitación, los detalles arquitectónicos, el colorido de la madera y su carpintería de madera y cerrajería en balcones agradables», entre otras muchas apreciaciones estéticas y técnicas.

También en Villavieja se localiza el tercer premio. Una atractiva casa rural, en la que resalta «la naturalidad de la intervención, basada en la lógica constructiva, la sinceridad en la utilización de los materiales y el mantenimiento de las volumetrías insertadas sobre la abrupta topografía».

Son consideraciones de los miembros del jurado, integrado por arquitectos técnicos como María José Mateos y José Joaquín González-Zabaleta Fernández, la presidenta del IEB, Mar Palacio; los arquitectos Alfredo García, Manuel Neira y Samuel Folgueral Arias, junto a Flor Bonet y José Luis Prada Méndez como representantes del Patronato de la Fundación Prada A Tope junto a Fermín López Costero.

Fiesta de entrega en Canedo. Todos ellos coincidieron en otorgar el segundo premio a otra casa rural. En este caso en Valtuille de Arriba (Villafranca), donde brilla «La Osa Mayor». Un edificio en el que despunta «su recuperación morfológica, del pozo y del entorno» y que llama la atención por «su agradable colorido y su entonación con el mundo rural».

Los titulares de los proyectos premiados, Víctor Luis González, María Teresa Velasco y Raúl Vidal, recibirán las dotaciones previstas de dos mil, mil y 500 euros, respectivamente, junto a sus diplomas acreditativos en un acto que tendrá lugar el próximo día 16 en el Palacio de Canedo en el marco de una fiesta que concitará a autoridades y representantes del mundo de la cultura.

La Fundación también agasajará con una mención especial al Ayuntamiento de Carracedelo. No sólo por el número de edificios presentados al concurso -”seis-” sino por el proceso de rehabilitación en todos ellos y por su labor de conservación patrimonial.

A la segunda edición se presentaron 29 proyectos, veintiuno en distintas localidades bercianas. Sin embargo, el jurado declaró desiertos los premios en la categoría de edificios de nueva planta. La dotación económica en este apartado se destinará, no obstante, a la celebración de una jornada técnica divulgativa de las intervenciones arquitectónicas en el medio rural.

«Pedra Viva» – Arquitectura tradicional

«Por sus obras les conocereis…»

Os quiero dar a conocer la interesante y valiosa iniciativa que han emprendido  Pep, Vaclav y Martin (Pedraviva).

Elllos llevan ya unos cuantos años años viviendo por el Bierzo Alto .  Y digo esto ya que ellos vinieron desde lejos. Pep es de Mallorca. Vaclav y Martin de un poco más lejos todavía, de la Republica Checa.

  A pesar de venir de sitios tan dispares y lejanos al Bierzo, han abrazado esta tierra con gran cariño instalándose en Robledo, un precioso pueblo a los pies de la Sierra de Gistredo.  

Puedo decir de ellos que son gente muy curranta, abierta, creativa y con ganas de trabajar y vivir en el medio rural. ¡Merece la pena su esfuerzo! 

Están interesados fundamentalmente en recuperar la arquitectura tradicional de la zona.   Han realizado ya algunos pequeños milagros, recuperando  casas muy deterioradas por  pueblos de la zona. Los resultados son francamente estupendos.

 

Tronera en casa de Robledo

 

Recientemente se han unido al proyecto de  ATUDEBIAL  (Asoc. de Turismo y desarrollo del Bierzo Alto) dentro del grupo de artesanos. 

 Os dejo el enlace a la página web y a su ficha particular.

http://www.bierzoalto.com

http://www.bierzoalto.com/pedraviva.htm

Os reproduzco a continuación el texto que ellos mismos han elaborado para incluir en su ficha dentro de  la web:

Contacto:
Pep. 627053099
Vaclav : 608139397 (Robledo)
Web: www.pedraviva.es
E-mail: pedravivabierzo@yahoo.es

Fachada restaurada en casa de Viñales

LO QUE CUENTAN LOS ARTESANOS

Pedra Viva es un concepto de trabajo en la construcción basado en el respeto a la arquitectura tradicional de nuestros pueblos y aldeas.
En un intento de recuperación y puesta en valor de aquellos elementos que conforman la identidad de las construcciones típicas de nuestro entorno, corredores, buhardillas, chimeneas, balaustradas, palomares…

Piedra, barro, madera, losa a granel, forman parte de la memoria colectiva de unas tierras donde el mundo rural sigue vivo. Consideramos que el desarrollo sostenible de una comarca tiene que pasar ineludiblemente por el reconocimiento de que los pueblos son un valor en si mismos, de que “patrimonio”no son solo iglesias y castillos. Ejemplos suficientes tenemos de que un pueblo que se conserva y rehabilita siguiendo el esquema de la construcción tradicional resulta un atractivo tanto para sus habitantes como para los visitantes y genera un desarrollo económico para todos, tanto casas rurales como restaurantes, artesanos, tiendas de productos típicos…, se ven beneficiados de esa imagen de “autenticidad” cada vez mas buscada.

De esa idea creemos que la construcción no puede quedarse al margen, y esa es nuestra apuesta de futuro. Cotidianamente vemos como el “feísmo” se ha ido apoderando de la manera de construir y rehabilitar, se emplean sin miramiento alguno materiales totalmente inadecuados, puertas y ventanas de madera desaparecen para dar paso al aluminio y pvc en color blanco como si de adosados de urbanizaciones se tratase, bloques de hormigón “caravista”, fachadas cubiertas parcialmente con retales de marmolería o con plaqueta de gres, al mismo tiempo se destruyen sin contemplaciones elementos tradicionales como escaleras de piedra y corredores con el “argumento” de que no dejan pasar a los camiones, y un sinfín de otras actuaciones que podrimos calificar sin ambages de atentados al patrimonio rural, la falta de una normativa urbanística en unas ocasiones y el nulo cumplimiento de la existente en otras no hacen sino agravar la situación de unos pueblos que en muchos casos podrían recuperar sin demasiado esfuerzo su estructura tradicional, se hace necesario para ello la actuación tanto de las instituciones como de los particulares y los profesionales para que no se acabe perdiendo la identidad cultural de mundo rural.

No se trata sin embargo de negar el valor de los materiales modernos ni de los diseños arquitectónicos de vanguardia, sin esa libertad de actuación obras fascinantes como la de Gaudi, por poner un ejemplo, no habrían podido existir, se trata sencillamente, a nuestro parecer, de que hay un lugar para cada cosa. Este pensamiento no es, contra lo que pudiera parecer, algo nuevo propio de gente “rara”, ya en 1918 se publicaba el estudio del profesor Eugeniusz Frankowski hórreos y palafitos de la península ibérica, reeditado en1986 con la adición de otros estudios posteriores sobre estos elementos de la arquitectura tradicional tan presentes en el noroeste peninsular.

En 1967 se publica la obra de José Maria Luengo: Esquema de la arquitectura civil en el Bierzo, de la que extraigo estas palabras que tan poco eco tuvo en su momento y que tan vigentes permanecen ahora: y, tras esto, tan solo me resta dirigirme a los alcaldes todos del El Bierzo para rogarles que pongan el mayor empeño e interés en que los pueblos no se prostituyan, abriendo paso a las modas de fuera, que dan al traste con el ambiente tipico, y que pongan todo su celo en conservar dignamente todo aquello que es tan suyo y que forma el patrimonio cultural de sus antecesores… Piensen todos que el paisaje de El Bierzo es único y que no caben en el otras construcciones que las legadas por los siglos que se han ido… Esa deliciosa pictoricidad de estos pueblos, debida a sus casitas empizarradas que parecen perlas de rico oriente refulgiendo debajo de los rayos del sol, engarzados entre las esmeraldas de sus campos o sobre las rojas entrañas de la madre tierra, de esa ubérrima tierra berciana, que lleva oro escondido en sus opimas entrañas…
Hermosas palabras.
En los últimos tiempos, el Instituto Leones de Cultura esta editando también una serie de libros que vale la pena tener en cuenta, y aquí mismo el conocido empresario José Luis Prada ha puesto en marcha unos premios a la rehabilitación destinados a promover el buen hacer en la construcción.
La arquitectura tradicional es un valor en alza, eso es algo de lo que debemos hacernos eco pensando además que hacer las cosas bien no es mas caro que hacerlas mal.

Fachada rehabilitada en casa de Labaniego

Establecidos en el Bierzo alto, las comarcas vecinas nos resultan igualmente atractivas a la hora de realizar nuestro trabajo, las muestras de las construcciones tradicionales se encuentran en cualquier territorio del estado, pero es en tierras como estas donde se puede observar con mayor profusión, tal vez debido a lo apartadas y remotas que durante muchos años se mantuvieron, la despoblación es otro de los factores que han contribuido a mantener prácticamente intactos muchos pueblos de nuestras tierras.
Es nuestra intención contribuir con nuestro trabajo a recuperar las construcciones que todavía se mantienen y ayudar a devolver la vida a pueblos y aldeas, un pueblo solo esta vivo si esta habitado, y para que un pueblo este habitado se hace necesario que sus habitantes, los de siempre, los que vuelven, y los que llegan de otros lugares encuentren un medio de subsistencia que les permita vivir, a una distancia razonable de su lugar de trabajo, para así reconstruir y rehabilitar sus casas, de otro modo los pueblos se irán deshabitando y sus casas convirtiéndose en ruinas una tras otra.
Esa emoción que nos embarga al ver las construcciones tradicionales es la que nos anima a la hora de reconstruir nuestras propias casas, y el mismo interés y cariño ponemos a la hora de realizar los trabajos que se nos encargan, trabajos para los que intentamos utilizar, en la medida de lo posible, materiales de la zona, trabajando en colaboración con proveedores, profesionales y artesanos, (carpinteros, herreros…) del lugar.