
Ermita de Santiago en Campo de Santiago
Autoría: Daniel Sánchez
Fuente original del texto: http://rutinasvarias.wordpress.com/2009/07/25/campo-de-santiago-colinas-del-campo/
Nos acercamos hasta Colinas del Campo, en la Sierra de Gistredo, para realizar a pie la ruta que nos lleva desde Colinas a Campo de Santiago. Dicho lugar está situado en los límites de Omaña con El Bierzo. El punto de partida es el pequeño y bonito pueblo de Colinas, o Colinas del Campo. El nombre completo de este pueblo es Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, lo que le convierte en el nombre de pueblo más largo de España.
Esta ruta tiene en todas las estaciones del año un encanto diferente y especial. Es una de las rutas de senderismo más completa y hermosa que se pueda hacer en El Bierzo Alto. Un disfrute total para los sentidos por sus paisajes, la naturaleza , el río y sobre todo llegar arriba a la Campa y al nacimiento del Boeza. En estos inicios del mes de diciembre se mezclan los últimos coletazos del otoño con las primeras nieves invernales creando un contraste y colorido muy especial.
Colinas está situado a 980 m. y ubicado en la Sierra de Gistredo, lugar donde habita el urogallo y dicen que hasta el oso pardo. Además del precioso entorno, Colinas está declarado conjunto histórico-artístico. Merece bien la pena recorrer tranquilamente este precioso pueblo y perderse por cada uno de sus numerosos rincones y disfrutar de su rico patrimonio arquitectónico.
Se podrían poner y poner fotos de cada rincón de Colinas y nunca acabaría este artículo. Lo mejor es que vayáis en persona a conocerlo.
Para llegar hasta Colinas hay que ir por la A-6 ya se venga desde Astorga o desde Ponferrada y tomar la salida de Folgoso de la Ribera (salida 360 desde Astorga o salida 361 desde Ponferrada). Desde ahí se coge la carretera que va hacia Folgoso de la Ribera, Boeza e Igüeña, para por fin llegar hasta Colinas del Campo.
Una vez allí hay que llegar hasta el puente sobre el río Boeza y sin cruzarlo tomar el camino que sale a la derecha. A partir de aquí es difícil perderse. Se trata de remontar el río hacia su nacimiento, unas veces por el lado izquierdo y otras por el derecho. Hay un cartel al inicio que habla de la ruta e indicaciones a lo largo del camino.
Hay que hacer y disfrutar de la ruta caminando. Sus paisajes, el río y sus cascadas, las fuentes, la naturaleza, los sonidos, etc
Continuamos la ruta y la pista se convierte en senda al atravesar un puente de madera. A partir de este momento la ruta pica algo más hacia arriba pudiendo haber algún repecho respetable, pero poco exigente.
El trayecto transcurre entre abedules, altos robles, algún tejo, capudre y acebos, llegando los acebos a formar tupidos túneles en torno a la senda. También es frecuente ver brezo, urz, escoba, arandanera, berro y flores como amapola amarilla., acederilla y dedaleras entre otras.
En cuanto a la fauna que puede verse se encuentra el corzo, el ciervo, el rebeco, el jabalí, la garduña, la nutria, el desmán de los pirineos, el oso, el gato montés, el zorro, el lobo y el urogallo.
El recorrido hasta el Campo de Santiago nos ha llevado andando tranquilamente unas dos horas y media. Antes habremos dejado a nuestra izquierda a las Torres de Vizbueno.
Cuando llegamos al Campo de Santiago (1.499 mts.) divisamos un prado gigantesco rodeado por montañas que rondan los 2.000 mts. llenas de nieve. La imagen es impresionante en esta época del año.
En Campo de Santiago hay una ermita dedicada a Santiago Apóstol. El trayecto que hemos seguido es parte del Camino de Santiago que une el camino del norte con el camino francés. Algunos peregrinos que venían por el norte tomaban esta ruta pasando por aquí.
Cuenta la historia, o quizás la leyenda, que en el siglo X en el Campo de Santiago se libró una fuerte batalla entre las tropas de Ramiro II, rey de León, y las tropas de Almanzor. El resultado fue el triunfo de las tropas de Ramiro sobre las de Almanzor. Para conmemorar la victoria se construyó la ermita en honor a Santiago Matamoros, aquella desapareció y en su lugar se construyó la que está en la actualidad. Las tropas musulmanas iban comandadas por Martín Moro, natural de Toledo. De ahí el nombre del pueblo: Colinas del Campo de Martín Moro Toledano.
El caso es que en aquel campo pudo haberse producido una gran batalla, pero ahora en aquel campo lo que se siente es paz, armonía, tranquilidad ya tengas los ojos abiertos o cerrados. Quedaos quietos y oid. Es el sonido de la tranquilidad.
Desde allí, por la derecha de la ermita, sale una pista para ir a Fasgar, ya en Las Omañas. Ambos pueblos celebran una romería cada año el día de Santiago, 25 de julio, en donde la campa se convierte en una fiesta.
En ir hemos tardado aproximadamente 3 horas, teniendo en cuenta los descensos a los saltos de agua que a su vez nos ha servido de descanso. La vuelta se hace en algo menos de dos horas. El desnivel es de 500 metros. Y la distancia aproximada son 17 kilómetros ida y vuelta. El camino está señalado y es difícil perderse.

mapa de la ruta de google maps
Os dejo que disfrutéis de las fotos que pude sacar durante la excursión y sobre todo animaros a realizarla paersonalmente cuando tengáis oportunidad.
Una vez de vuelta en el pueblo os aconsejo recuperar las fuerzas en alguno de los dos establecimientos actualmente abiertos al público y en los que se puede probar platos de la gastronomía local o simplemente comer unas ricas tapas. Me refiero a «la Cantina» o «El Aguzo» que habitualmente regentan María y Lorena respectivamente.
GALERÍA DE IMÁGENES
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